Ahora viene a mi memoria el recuerdo del que fué un alegre día y una noche de terror la pintoresca tarde de un enlace familiar el que siempre esperarás Pero como siempre lo bueno hay que pagar como si alguien administrara tu hilaridad aquella noche algo malo iba a pasar rozando la desgracia. En un errante estado y fuera de lugar buscábamos la forma para ir a descansar cuando de pronto tu noble figura se cruzó enfrente a los faros Dos minutos para conocerte y sesenta de hospital deshojando la margarita del miedo y la ansiedad sumergidos en un ambiente de incredulidad aunque rodeados de amistad Al final la dulce suerte nos pudo sonreir unos puntos, magulladuras y un susto sin igual Y solo espero que todo aquello fuese el principio de una larga amistad