Vaya noche que pasé, ¿fue una fiesta?, no lo sé. Cuatro más, todos mal, yo conduzco hacia otro bar. Ciento ochenta, desbocados, vuelo sin motor, no distingo un ceda el paso, de un prohibido, de un stop. La policía nos paró: "¡sal del coche, maricón!, hincha los pulmones y haz la prubea del alcohol". En aquel momento, sólo pude vomitar, darle un puñetazo al agente de la autoridad. No está bién ser tan rebelde, no está bién. No está bién ser tan rebelde, no está bién. Dime que piensas tú. Una celda de pared, no se duerme nada bién. Paga la fianza nena, ¿Qué celbraremos hoy? No está bién ser tan rebelde, no está bién. No está bién ser tan rebelde, no está bién Dime qué piensas tú.