Evaristo Carriego - A doña Sylla Silva de Más y Pi lyrics

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Evaristo Carriego - A doña Sylla Silva de Más y Pi lyrics

Si de estas cuerdas mías, de tonos más que rudos, le resultasen ásperos sus rendidos saludos, y quieres blandos ritmos de credos idealistas, aguarda delicados poetas modernistas que alabarán en oro tus posibles desdenes, coronando de antorchas tus olímpicas sienes, devotos de la blanca lis de tu aristocracia, con que ilustro los rojos claveles de mi audacia; o espera, seductora, decadentes orfebres que graben tus blasones en sus creadoras fiebres: yo, trabajo el acero de temples soberanos: los sonantes cristales se rompen en mis manos. Palmera brasileña, que al caminante herido ofrendaras tus dátiles de Pasión y de Olvido, en el Desierto Único: tu ëres la apoteosis que, nimbando de incendios sus fecundas neurosis, cruzas por los vaivenes de sus hondos desvelos como si fueras Luna de sus noches de duelos. Yo traigo a tu floresta la Alondra moribunda que, en el violín del Bosque, preludió la errabunda. sinfonía terrena de aquel Ardor eterno, que ahuyenta suavemente las aves del Invierno, y en las horas tranquilas descubre su cabeza como un símbolo vago de Amor y de Belleza. ...Y pasas, y no sola, presintiendo dorados Orientes, los propicios a los enamorados, como una novia enferma que evoca espirituales promesas en las largas noches sentimentales; o esperas al amado, sonriente, como algunas heroínas que aguardan al amor de las lunas hojeando florilegios alegres de la Galia, con manos de Giocondas poéticas de Italia. ¡Oh, las divinas magas que comulgan misterios en los ratos fugaces de indecibles imperios... cuyos tiernos mandatos y ansiadas tiranías de las claudicaciones saben las agonías! Quiero brindarte versos porque te finjo buena, con no sé que bondades, y porque eres morena como la inspiradora de mis lejanos votos... — perspectivas azules de paisajes remotos. — Generosa que amparas de los fríos crüeles, como un fruto viviente de tus sanos vergeles, las rosas inviolables que tus labios oprimen. (¡Oh las instigadoras del ensueño y del crimen!) Paloma fugitiva de la Ciudad vedada, donde el Dolor muriera bajo la enamorada caricia del Consuelo: Ciudad donde las risas suenan como campanas de las futuras Misas! Ya sobre los hastíos de tus meditaciones, como en fugas radiantes escucharás canciones de músicas heráldicas, de las músicas locas que enardecen las ansias y enrojecen las bocas en besos fecundantes, cual rocíos de mieles que hasta en el yermo hicieron florecer los laureles. Yo, a tu rostro moreno consagraré violetas, las nerviosas amadas tristes de los poetas, y allá en las tibias tardes, serenas de optimismos, cuando al disipar todos tus más graves mutismos mis estrofas de hierro torturen tu garganta, has de pensar, acaso, si es un hierro que canta! Como un deslumbramiento de rubias primaveras irradian y perfuman las dichas prisioneras de todos tus encantos. ¡Oh, poemas paganos! Heroína y señora de rondeles galanos: para que siempre puedas orquestar tus mañanas calandrias y zorzales mis selvas entrerrianas te ofrecen en mis trovas. Que en todos los momentos te den las grandes liras sus más nobles acentos, y revienten las yemas donde el Placer anida, en las exaltaciones gloriosas de la Vida que surgen en el cálido Floreal de tus horas, como un carmen de auroras, eternamente auroras!.