John Fitzgerald Kennedy se paseaba Como un idiota por Elm Street. Él no sabía que aquél era el día Que Freddy curraba y pasó por allí. (...) él era Freddy Krugger, El Lee Harvey Oswald no disparó. Jacky Ona**is dijo que eran balas Y no las cuchillas lo que le mató. Las balas no son tan malas Y por cuatro calas Te dan un montón. Cómo era la Ona**is que al darle a la cara Estaba cantando y otro gallo cantó. Pesadilla en Elm Street. Unos años antes Freddy mataba A todos los niños en Elm Street. El hombre del saco no era un mal caco, Que era un asesino gracioso y gentil. Y fueron los padres y la fastidiaron: Quemaron a Freddy con mucho gasoil. Todos creyeron que Freddy había muerto Y vivieron tranquilos justo hasta hoy. No pueden dormir ni siquiera la siesta, Toman café y bocatas de anfeta, Se queman los pies con los cigarrillos Que ven anunciados por televisión. Pesadilla en Elm Street. Uno, dos, canta a viva voz; Tres, cuatro, el hombre del saco; Cinco, seis, decid lo que veis; Siete, ocho, cómete un bizcocho; Nueve, diez, ¿dónde está Fred? Sale su lengua por el teléfono, Sale su cara de la pared, Mira sus garras, sus brazos enormes, Es rojo y verde el mugriento jersey. El sombrero le tapa la mitad de la cara Que parece una pizza a la napolitana. Krugger vive en las pesadillas De todos los niños de Elm Street.