Era muy tarde, en Buenos Aires la Luna se dormía. Nadie cantaba en ninguna parte silencio, cuando me besaste. No quise que el tiempo se lleve la noche, que nada se lleve tu cuerpo. Traías el peso, de los caminos, y la fuerza de abrirlos conmigo. El mío violeta, tu amor es lila y en sueños ya nos dimos la vida. Era muy tarde, en Buenos Aires, las calles se dormían.