Callada, aguardo tu llamada, espero en celo tu llegada, me abrazo fuerte la almohada me embriago de su perfume que huele a nuestras noches de amor. Callada, perdonas con ternura todas mis locuras y aunque sé que nada ignoras y que por mis errores lloras no soy capaz de cambiar. Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu sencillez, por tu timidez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda. Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu timidez, por tu sencillez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda, te quiero, te quiero te quiero, te quiero. Callados, más unidos que nunca, más que nunca libres, apartamos de la mente cualquier cosa que la gente diga de nosotros dos. Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu sencillez, por tu timidez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda. Y a pesar de todo, y a pesar de todo te sigo queriendo por tu sencillez, por tu timidez, por tu alma blanca, por tu buen amor, por tu gran valor porque sé que nunca me darás la espalda, te quiero, te quiero te quiero, te quiero.