Expulsado del paraíso. Como no se que santo, Supongo que no sería para tanto, Lo digo con mi mejor sonrisa de amianto, Con la mano que le falta al manco de Lepanto. ¡Que espanto! Y a Juan Domingo Dónde estarán esas manos cortadas. Dónde estarán esas manos cortadas. Ya me reduje a mi forma mínima. Ya soy piel y huesos y sesos y corazón De tanto pedir perdón Una herida que sangra en un charco de sangre De saliva y sangre, Ahora que soy la más mínima expresión Te muestro mi última canción De mi re-selección De canciones entre montones. Recuerdo una noche en el taxi con Polo Y lo que me decía un ex old lady Te vas a quedar solo.