No me persiga Con la condena eterna del fuego, Olvídese de que el fin del juego Está tan claro como usted cree. No me prometa La puerta abierta del paraíso Si a cambio firmo mi compromiso De ser la piedra de su cincel. Porque a pesar del asceta, De su cruzada, de su careta, De su jugada siempre velada, De su condena sobre el infiel... Porque a pesar de la usanza Tan arbitraria de su balanza, De su sectaria vida diaria, De su sonrisa desde un cartel... Los tiempos cambian y usted Lo malo es que no la ve Ya no hay quien pueda parar lo rueda No me prohíba Desde lo alto de su tribuna Los vientos cambian como la luna Y usted no sabe lo que yo sé. No me sugiera Que si me callo será distinto Alzar la voz es más que un instinto Es lo palabra a flor de piel. Porque a pesor del jerarca, De su alfabeto de patriarca, De su decreto torpe y secreto De cruz y raya desde un cuartel... Porque a pesar del farsante De gesto duro, verbo insultante De su futuro más bien oscuro, De su tribuna en el redondel...