Me acostumbré a tu cuerpo A tus pasos y a tu risa Me acostumbré a tus riñas Como el monte a la neblina Me acostumbré a curarte las heridas. A calentar tu cama y que duermas encogida De buenas intenciones está el invierno lleno A falta de razones, nos basta con querernos La vida es un combate contra el tiempo Te espero más no quiero que darte lo que tengo De ti bebo la luz si mi acera está oscura.
Todas, todas son como tú Pero no te pareces a ninguna. Me acostumbré a tus huecos A tu piel y tus deseos Me acostumbré a tu miedo A tu pelo y tu cerebro Me acostumbré a tus dientes sin complejos Si no fueras tan vaga trabajarías menos De ti bebeo la luz si mi acera está oscura Todas, todas son como tu pero no te pareces a ninguna.