Que viva la alegría
de la herramienta brillando al sol,
la mano que la guía sabe que empuña
mi corazón.
Que viva la esperanza
que aceita el perno y mueve el pistón;
yo quiero saludarte
y poner mi sangre a disposición.
Creo que todos juntos
daremos fuerza a este gran motor.
Ya siento el combustible
llegar al centro y alimetar
la bella maquinaria
que está esperando para empezar
la fiesta de la vida
que el hombre nuevo ya ha puesto a andar.
Que viva la sonrisa
de los que saben que llegará
el torno que perfore
la negra sombra y la oscuridad.
Que vivan los que saben
que está empezando la claridad.
Ya siento el combustible
llegar al centro y alimentar
la dulce maquinaria
que está esperando para empezar
la fiesta de la vida
que el hombre nuevo ya ha puesto a andar.
Que vivan los que saben
que está empezando la LIBERTAD.