Que viva la alegría de la herramienta brillando al sol, la mano que la guía sabe que empuña mi corazón. Que viva la esperanza que aceita el perno y mueve el pistón; yo quiero saludarte y poner mi sangre a disposición. Creo que todos juntos daremos fuerza a este gran motor. Ya siento el combustible llegar al centro y alimetar la bella maquinaria que está esperando para empezar la fiesta de la vida que el hombre nuevo ya ha puesto a andar.
Que viva la sonrisa de los que saben que llegará el torno que perfore la negra sombra y la oscuridad. Que vivan los que saben que está empezando la claridad. Ya siento el combustible llegar al centro y alimentar la dulce maquinaria que está esperando para empezar la fiesta de la vida que el hombre nuevo ya ha puesto a andar. Que vivan los que saben que está empezando la LIBERTAD.