Conozco un vagabundo del espacio recorre el universo en su asteroide sin órbita ni puerto ni partida tapa la soledad con todo el frío de su vida. Un día llegó un pájaro a su isla dentro de un pomo que cabía en su mano daba tristeza verlo allí encogido cantándole al silencio sin respuesta, sin sentido. El vagabundo nunca
oyó a su pájaro y lo veía cantar tras los cristales hasta que un día pudo más su sueño y lo libró de la escafandra blanca de animales. El pájaro flotó hasta congelarse como las lágrimas del vagabundo entonces metió al pájaro en la jaula y lo soltó a la suerte con que vino sin comprender jamás lo sucedido.