Sin brillantes conclusiones Ni versículos de fuego; Sin palabras que hagan juego Con grandes decoraciones; Sin humos o presunciones, Más bien con talante exiguo Me declaro trovador antiguo. Soy de donde los patriotas Daban nombres a las calles. Soy de un río, soy de un valle Y de una familia rota. Soy de un pueblo en bancarrota, De un San Antonio fiestero Donde hoy sólo el viento sopla entero. El nuevo trovador antiguo Se acerca a la procesión. Le dice adiós al mundo ambiguo Y pone pie en el caracol. Escena sucedida tanto, Anónimo el compositor. El horizonte es el espanto; La miniatura, el amor. También nací en Centrohabana, Rumba de supervivencia, Son de perdida inocencia En clamor de pena urbana; Venerable afrocubana De existencia fabulosa, Hembra sobrenatural y diosa. Recorriendo sus esquinas Vuelvo a sentir la fragancia De una calle de mi infancia Barrial y capitalina:
San Miguel, ángel en ruinas De inmaculada bandera, Luz vitral de mi canción primera. El nuevo trovador antiguo Se alinea con la procesión. Le dice adiós al mundo ambiguo Y pone pie en el caracol. Escena sucedida tanto, Anónimo el compositor. El horizonte es el espanto; La miniatura, el amor. Ahora soy de la memoria, Ahora pertenezco al viento; Otro dirá en su momento Si fui más pena que gloria. Lo que fue nuevo es historia Y lo que nace alza vuelo Con el sueño de tocar el cielo. Partero fui de un futuro Escurridizo, inasible, Seguramente posible Si no le ponemos muros. El amor es el más puro Néctar contra la tristeza. Bienvenida su naturaleza. El nuevo trovador antiguo Se alinea a la procesión. Le dice adiós al mundo ambiguo Y pone pie en el caracol. Escena sucedida tanto, Anónimo el compositor. El horizonte es el espanto; La miniatura, el amor.