Quiero estar un día junto a ti, llegar a la noche, y al final resignarme a ser el que antes fui, que nunca serás mía, mía, mía. No sé si te quiero para mí, no sé si te temo, libertad. Porque sé de un hombre que te amó, para siempre solo, solo, solo, solo se quedó. Quiero entre tus brazos, ser un hombre, nada más; aunque nunca más te tenga,
libertad. Tuve un buen amigo que una vez te encontró de golpe, libertad. No supo qué hacer con tanto amor; se enloqueció, se emborrachó, y se olvidó, y te perdió. Quiero entre tus brazos, ser un hombre, nada más; aunque nunca más te vea, aunque nunca más te sienta, aunque nunca más te tenga, libertad.