Soy una canción desesperada! ¡Hoja enloquecida en el turbión! Por tu amor, mi fe desorientada se hundió destrozando mi corazón. Dentro de mí mismo me he perdido, ciego de llorar una ilusión. ¡Soy una pregunta empecinada que grita su dolor y tu traición! ¿Por qué me enseñaron a amar, si al volcar sin sentido, los sueños al mar? Si el amor es un viejo enemigo que enciende castigo, y enseñañ a llorar, yo pregunto: -¡Por qué,
sí, por qué me enseñaron a amar, si al amarte mataba mi amor? ¡Burla atroz de dar todo por nada; y al fin de un adiós, despertar llorando! ¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste? ¿Dónde estaba el sol, que no te vió? ¿Cómo una mujer no entiende nunca que un hombre da todo dando su amor? ¿Quién les hace creer otros destinos? ¿Quién deshace así tanta ilusión? ¡Soy una canción desesperada que grita su dolor y tu traición!