A los conciertos que dan los fuelles protestadores en sus gemidos se están luciendo con sus quebradas los compadrones en el lugar Y las chirusas endomingadas en sus miradas tienen el brillo de la alegría que ha derramado el tango errante y sentimental En medio del conventillo se ha parado un compadrito que contempla de hito en hito toda la gente en su excitación Nada le importa que alli se baile, él a bailar no ha venido busca a aquella que lo ha herido en medio del corazón Y cuando encuentra a la traicionera a la ladrona de su ilusión
la mano crispa con ansia fiera sobre la masa de su facón Y como un tigre sobre su presa salta ligero y asesta un tajo que roja marca deja sangrando y el tango muere en el bandoneón Y luego, sin darse prisa apartando a los curiosos se retira receloso ante un murmullo de admiración Pero apenas dió algunos pasos se volvió y con arrebato les gritó de puro guapo: "Me he cobrado su traición" Y las chirusas endomingadas en sus miradas tienen el brillo de la alegría que ha derramado el tango errante y sentimental