Pobre gallo bataraz se te está abriendo el pellejo, ya ni pa dar un consejo, como dicen, te encontrás, porque estás enclenque y viejo, pobre gallo bataraz. Pero en tus tiempos, cuidao, con hacer bulla en la siesta, se te paraba la cresta y había en la arena un finao y siga no más la fiesta porque en tus tiempos, cuidao... Era de larga tu espuela como cola de peludo y a más de ser entrañudo eras guapo sin abuela, porque hasta el más corajudo sintió terror por tu espuela.
Si en los días de domingo había depositada ya estabas de madrugada sobre el lomo de mi pingo, había que ver tu parada, pocas plumas el domingo. Y si escaceaba la plata o andaba medio tristón, entre brinco y reculón me picaba la alpargata. Como diciendo patrón, ya sabe si anda sin plata... Pobre gallo bataraz, nunca te echaré al olvido, pimento ni maiz molido, no te ha de faltar jamás porque soy agradecido, pobre gallo bataraz.