En los ojos llevaba la noche y el amor en la boca... Carnaval en su coche la paseaba triunfal. Serpentina de mágico vuelo fue su amor de una noche; serpentina que luego arrastró mi dolor enredada en las ruedas de un coche cuando el corso en la sombra quedó... Otra vez, Carnaval, en tu noche me cita la misma bonita y audaz mascarita... Otra vez, Carnaval,
otra vez, como ayer, sus locos amores le vuelvo a creer. Y acaso la llore mañana otra vez... Fugitivas se irán en la aurora la ventura y la risa... Tendrán todas mis horas una gris soledad! En mis labios habrá la ceniza de su nuevo desaire; y despojos del sueño tan sólo serán, un perfume rondando en el aire y en el suelo un pequeño antifaz...