La fiesta está en su apogeo, la eterna paz se quebranta; las mascaritas sus voces levantan, el dios Momo canta, ríe el dios Morfeo. La fiesta está en su apogeo, todas son bromas y chistes; la Colombina tan sólo está triste, de luto se viste, no quiere cantar. La Colombina está triste y da pena pobrecita nena, tan linda y tan buena. La que antes fue reina de la alegría, sus gracias lucía y siempre reía,
no quiere cantar, no quiere reír; tan grande es la pena que la hace sufrir, le pide al Supremo, la deje morir. Es que Pierrot la ha engañado, se fue con su mandolina siguiendo el paso de otra colombina, de líneas más finas, de pelo ondulado. Mas no sabe que ha dejado un corazón dolorido pero después volverá arrepentido y al ver solo el nido tendrá que llorar.