Yo te amé en un otoño, ya lejano, con el fuego azul de mi pasión y hoy traigo tu recuerdo de la mano, crepusculo lontano, fantasma de mi corazón. Ibas caminando hacia el misterio, yo salí a tu encuentro y te alcancé. Triste cruzabas por la vida y al ver tu almita herida te acompañé. Fue un loco amor el que sentí por tí,
entre mis brazos te vi, que agonizabas con mis besos. Cuanto duró tu amistad y tu amor, no lo sé, si toda una vida o quizás un minuto supremo, tal vez. Tan solo sé, que tuviste el valor de encontrar el instante oportuno de huir com mis sueños detrás.