¡Estercita!... Hoy te llaman Milonguita, flor de lujo y de placer, flor de noche y cabaret. ¡Milonguita! Los hombres te han hecho mal, y hoy darías toda tu alma por vestirte de percal. Cuando sales a la madrugada, Milonguita, de aquel cabaret,
toda tu alma temblando de frío dice: ¡Ay, si pudiera querer!... Y entre el vino y el último tango pa'l cotorro te saca un bacán... ¡Ay, qué sola, Estercita, te sientes!... Si llorás. . . ¡dicen que es el champán!...