Otra vez te presentas aquí
acusándome de malo.
Sabes que llevo el fusil descargado
sino te juro que te disparo.
Que pasada me has dejado colgado
y tu nota me ha pegado un palo.
Te entrego todo y luego nada me queda,
porque te llevas todo lo que he guardado.
Con esa cara de puro lamento
contando historias que no vienen a cuento.
Pues mira nena la verdad que lo siento,
no me entregues tu amor.
Porque me dices que sí
y luego que no, te lo voy a decir
me he cansado ya de oírlo.