Otra vez te presentas aquí acusándome de malo. Sabes que llevo el fusil descargado sino te juro que te disparo. Que pasada me has dejado colgado y tu nota me ha pegado un palo. Te entrego todo y luego nada me queda, porque te llevas todo lo que he guardado.
Con esa cara de puro lamento contando historias que no vienen a cuento. Pues mira nena la verdad que lo siento, no me entregues tu amor. Porque me dices que sí y luego que no, te lo voy a decir me he cansado ya de oírlo.