Mi seÑora rosario, muy buenas nochesAbrame usted su tienda solo un momentoPorque vengo cansado desde muy lejosY traigo el alma enferma de sufrimiento No la demoro mucho, doÑa rosarioMientras me bebo apenas un aguardianteY me fumo un tabaco de esos baratosY de paso le cuento un poquito sobre mi suerte Muchas gracias seÑora por darme albergueY dejar que le cuente mi triste historiaPero deme otro trago, doÑa rosarioQue a mi el primer aguardiante me supo a gloria
Desde entonces seÑora voy por el mundoBendiciendo a los seres que la han queridoPorque aquellos no saben lo que es la vidaCuando se lleva plena de odio y olvido Ya le conte mi cuento y sigo mi marchaPero deme otro trago y con el la cuentaPorque he de volver pronto, doÑa rosarioY quiero que usted siempre me abra la puerta