Yo fui testigo de un sol, después, no importaba nada más Hasta que un libro me habló y sentí un sol brillando en mi interior. Con especias armenias preparó deliciosa comida espiritual, Todos deberían probar.
Yo siempre hablé sin saber y hoy sé que el que sabe no habla más. Con historias antiguas abonó la parcela que iría a fecundar. Con paciencia y esmero construyó un ansiado y sentido porvenir.