Todos alineados, su turno esperan
Empieza el gran día del juicio final
Una extraña sala con gradas de hormigón
Una sintonía, un fuerte temblor
Una densa bruma, sobre un inmenso altar
Monjes, sacerdotes, penetran en él
Los fieles devotos, entonan su oración
Incienso y azufre, excitación
Tú no, tú sí, has sido fiel
Tú no, tú sí y tu también
Tú no, tú sí, pecaste
Tú no, tú sí, salvas la piel
Gritos, lamentos, caras de terror
Brazos levantados, buscan perdón
El gran sacerdote lee desde su altar
Cual fue el veredicto del juicio final
Tú no, tú sí, has sido fiel
Tú no, tú sí y tu también
Tú no, tú sí, pecaste
Tú no, tú sí, salvas la piel
Tú no, tú sí, has sido fiel
Tú no, tú sí y tu también
Tú no, tú sí, pecaste
Tú no, tú sí, salvas la piel