Un corazón sin vida aquí,
sin ilusión, sin sol,
sin nada, sin ti.
Para vivir el corazón
depende sólo de una voz,
de ti.
Y cada vez que voy corriendo
hacia el sol me ayudas tu.
Y cada vez que siento algún temor,
me alumbras tu.
Ya sabrás adorarme también
cuando no haya temor.
Ya sabré adorarte también
cuando no haya temor.
Ya.