Vendrá el frío y volveré a sacar tu piel,
que guardo en el fondo del armario, año tras año.
Cada vez me abriga menos sin querer,
se la comen las polillas y aún así sigue oliendo a ti.
Vendrá el frío y aunque ya no estés aquí,
sigo remendando mis recuerdos, daño tras daño.