"Yo vengo siempre a escucharte a ti y no te veo en mi iglesia, a escucharme a mi." "Porque yo hablo de lo que sé, mientras que tú nos cuentas historias pa' no dormir." "Si tú no tienes fe y no crees en dios irás al infierno, bobo, ¡te lo digo yo!" "O sea, si un hombre es bueno y no cree en dios dónde irá al morirse, el asesino que sí cree ¿dónde va?." El cardenal no dormía bien, el cardenal no quería comer tenía una sola semana para responder. Delante de todos sus fieles debía dar la solución el último día, asustado, pidió ayuda al señor. Se adormento debajo de la cruz, esperando ver su luz al lado estaba San Pedro, que lo miraba!fijooooo! "¡Tren para el paraíso, todos arriba, tren para el paraíso, dense prisaaaaa!" El tren al paraíso llegó a la estación, bajóse el cardinale y miró a su alrededor. todo era aburrido, fatal desilusión, ningún color, ninguna ¡maravillaa! "¿Dónde es el paraiso?", le preguntó a un viejo que pasaba, y se rascaba la entrepierna. El viejo le contestó "¡Déjame en paz!, toda la vida currando, sin follar y decir un tako
y mira ahora dónde estoy, me cago en su puta madre.." "¡último tren para el infierno, todos arriba , último tren para el infiernoooo!" El cardenal tomó asiento, curioso por ver cómo sufrían los otros. Bajó del tren y alucinó viendo aquel infierno que nunca imaginó no había fuego, ni dolor , ni rechinar de dientes, todo era una invención, criaturas mágicas cantaban, lara la la. Temblaba el cardenal todo el mundo disfrutaba, nadie se lamentaba. Lloraba el cardenal. estaba buda, estaba sócrates, todo era divino, había muchísimo vinoooooo. Temblaba y sudaba no lo podía creer, que el infierno era eso que acababa de ver. Cómo era posible estar equivocao, tantos años mintiendo y ahora me han pillao. "¿Qué les digo, qué les cuento? Ya no me queda aire y tampoco tengo tiempo no puedo inventar nada, nada puedo decir y ahora que llega mi hora, ¡me quiero morir!" El cardenal se despertó a la mañana siguiente y la iglesia estaba llena de gente. Lo único que acertó a contar a sus fieles fue solamente aquel sueño.