Caminaba todo el tiempo con fantasmas en los pies, Y si bien la vigilaban, pocos saben donde fue. Y hasta el padre la quería a su manera, a pesar de que la trataba muy mal, y un día al fin se fue de su hogar. Cuentan que buscó un empleo afuera de la ciudad. Si bien tenía 17, todos le daban 2 más. Consiguió una casa de segunda mano, a 3 cuadras de la estación del tren, con un sol roto en la
pared. Todo está bien, lejos de tu hogar. Todo está bien, nadie te hará mal. Vamos chicas, pórtense mal con los hijos de Valentino. Por las tardes soportaba las propuestas del patrón. Por las noches se encontraba con un músico de rock. Y ella sabe imaginarse que no hay cielo a las seis de la mañana en el andén. Ella es libre como el tren, fuerte como el tren.