Te diré, entre tú y yo,
que me dan miedo las tormentas,
que ahora sé que una se acerca
y que en el cielo hubo un temblor.
Y solo pienso en escapar,
esto se ha puesto muy feo,
tuve un juicio contra reo
y sé que me condenarán.
Desde La Lloca hasta El Musel
te busqué y no te encontraba
y cuando nos vimos las caras
tú me buscabas también.
Y ahora que sigues aquí
cómo no vas a cansarte
si de miércoles a martes
ya estoy harto yo de mí.
Me decías "lo que media
entre tú y tu soledad,
es un trecho que no puedo abarcar".
Yo le preguntaba al cielo
sin disimular el miedo:
¿cómo voy a vivir
cuando te canses de mí?.
Cuando te canses de mí.
Y qué más da si esto es el fin,
yo trato de matar el tiempo
y entretanto lo que el tiempo
intentará es matarme a mí.
Y estas líneas, ya lo ves,
son lo más desesperado
para tenerte a mi lado
que se me ha ocurrido hacer.
Y si me dejas que lo intente
sólo una vez más,
¿me odiarás secretamente
y para siempre jamás?
Que hacen falta, ay amor,
más de dos vidas enteras
para corregir siquiera
el más mínimo error.
Me decías "lo que media
entre tú y tu soledad,
es un trecho que no puedo abarcar".
Yo le preguntaba al cielo
sin disimular mi miedo:
¿cómo voy a vivir
cuando te canses de mí?
Cuando te canses de mí,
¡ay de mí!