¿Quién entre esos que ahora te adulan y que hablan tan bien de ti,
quién permanecerá por aquí en las horas bajas?
Y cuando sientas que el suelo comienza a crujir a tus pies,
cuando duelan el hambre y la sed, ¿cómo te sobrepondrás?
¿Y adónde irás, qué es lo que harás cuando no esté yo?
¿Quién por aquí que mire por ti cuando falte yo?
Y dime cuántas podrías llegar a contar
antes de que decidas dejar de contar las noches que pasan.
Y cuando suba la fiebre y el cuerpo te tiemble
y no seas quién ni a gritar mi nombre, ¿cómo te arreglaras?
¿Y adónde irás, qué es lo que harás cuando no esté yo?
¿Quién por aquí que mire por ti cuando falte yo?
Tal vez no sea hoy, ni mañana, ni al otro,
pero bien lo verás:
todos, un día, te olvidarán.
¿Y quién entre esos que ahora te adulan y que hablan tan bien de ti,
quién permanecerá por aquí para verte caer?
¿Quién vendrá con el alba, quién al atardecer,
y ante todo pregúntate quién querrá hacerlo por las noches?
¿Y adónde irás, qué es lo que harás cuando no esté yo?
¿Quién por aquí que mire por ti cuando falte yo?
¿Y adónde irás, qué es lo que harás cuando no esté yo?
¿Serás feliz así, o no?