Cuando siento que Cupido loco con agudas flechas, con culito al aire, me acertó. Como borbotones, como canelones, mi sangre de monja se derramó. Mi corazón desnudo sin pijama se quedó. Y de amor se hincharon hasta el dedo gordo, hasta el dedo flaco, todo se engordó.
Amo las pelusas, amo el comedor, amo los ojitos verdes, percibares, turcos, persas, moscovitas, chinos, vietnamitas, bizcos como vascos, largos de damasco, tuertos de pirata, iris catarátas, lentes de contacto, guiños de chicato... de mi amor. Único!