Según cuentan las historias, los veinte años es la edad mejor. Los míos murieron con pena y sin gloria y bien lejos del campo de honor. Si alguna vez tuve mala suerte fue en ese tiempo sin sol. Sin embargo hoy lloro su muerte. Se acabó, fue mi bella estación. Ah, que hermoso es el tiempo pasado cuando la memoria lo ha empañado. Qué fácil es perdonar a quien nos ha ofendido. Los muertos son todos buenos tipos. Con tu memoria de piojo, querido, te has acordado de nuestro amor de reojo, amor mezquino y fracasado. Amor con el cual no llegamos más allá del borde de la cama.
Sin embargo hoy lo lloramos, se acabo, es la dicha lejana. Ah, qué hermoso es el tiempo pasado cuando la memoria lo ha empañado. Qué fácil es perdonar a quien nos ha ofendido. Los muertos son todos buenos tipos. Me pongo mi traje negro y mi cara de velorio para asistir al entierro de un notable vejestorio. La tierra nunca ha engendrado sujeto más despreciable, sin embargo hoy lo lloramos; ha muerto, ya es venerable. Ah, qué hermoso es el tiempo pasado cuando la memoria lo ha empañado. Qué fácil es perdonar a quien nos ha ofendido. Los muertos son todos buenos tipos