Tiene veinte aos, se pone a mirar su largo cabello que tanto cost. Cogiendo el diario lleno de temor encuentra su nombre, ayer sorte. Echa una mirada por ltima vez mi pequea nia tardar en volver. Mientras esperas, yo te contar. Perdidos estamos, es la realidad quizs algn da os toque pagar esta equivocacin. Vestidos de verde sin poder decir: yo esto no lo quiero vivir! No me invitaron a venir.
Un pobre muchacho llora en un rincn susurra el viento un vieja cancin que le recuerda a su habitacin. Con voz "muy amable" le dice un seor: Aqu se hacen hombres duros como yo! Perdidos estamos, es la realidad quizs algn da os toque pagar esta equivocacin. Ha pasado un ao sirviendo al honor, limpiando letrinas, llorando sudor, haciendo de tripas corazn