Collita sin quebradales,
Perdida por la ciudad,
Tu caja castiga el aire,
Lastima tu soledad.
Tilcara, quedó en el valle,
Y el cielo cayó en el mar.
De piedra tu gesto grave,
Solito tu carnaval.
Lejos la raíz, silban los coyuyos
Musiqueros del abril.
Y América está en su sangre,
Crecida con un cantar
De crenchas de crin salvaje,
De besos de piel frutal,
De orgullo fiero del Ande,
Y soles de pedregal.
Y ay, Cholita, ahí,
Qué altos y qué oscuros rascacielos
Con su gris, descubren tu voz de nadie,
Tu voz, pimpollo cerril.
Calles, nada más,
Silba con la quena de la puna laimará,
Y con terquedad de poncho,
Cruzando por la ciudad,
Usas tan negros los ojos,
Que el pelo, ya sin peinar,
Le fue poniendo sus moños
De piedra a la soledad.
Y ay, mi Cholita, ay,
Guaca del tesoro milagrero que llevas,
Lavado de agüita el rostro, cruzando por la ciudad,
Cruzando por la ciudad, cruzando por la ciudad.