Era un guapo sin grupo,
con un feite en la jeta,
la melena recortada.
Me engrupió ya de entrada
con su mucha carpeta
y su charla descarada.
Pero al fin una tarde,
revolié la chancleta
y pegué la disparada.
Cha! qué lindo metejón
yo infeliz, él tiburón,
encontré la trampa abierta
y caí como un ratón.
A su lado fui desgraciada,
pero también me divertí.
Me dio muchas cachetadas
pero también me hizo reír.
Y no estoy arrepentida,
porque debe la mujer
aprender a callar
y si hoy manyo bien la vida
se lo debo acreditar
al que me hizo debutar.
Era un guapo sin grupo,
si no estaba en cafúa
era pura carambola.
P'al laburo era reo,
pero en cambio era púa
para el naipe y pa' la viola.
Cuando había carrera
palpitaba sus fijas
ubicao en la perrera,
si ganaba, gran festín,
meta farra y restorán,
si perdía me fajaba,
era un tigre mi bacán.
Era bruto y mano larga
si retobármele intenté,
pero en horas bien amargas,
igual que un padre pa' mi fue.
Hoy coqueta y pelechada,
me entristece recordar
qué será del bacán
que con mano bien templada
supo regularme el tren
y hacerme una niña bien.