Son un barreño tus tristes ojos,
Cuando no estamos cerca somos dos gorriones cojos,
Dos alpargatas de piel de saco
Y un puerto cada cama donde no atraca ni un barco,
Y una mijilla de sol a la terraza
Y al poco paladas de arena para el corazón
Que muera en tus brazos,
Que dé taconazos con la luna llena.
Y entre mis borrones he sido un borrico
Que quiso besar el aire y la acera y quedarse contigo
Y no puede ser,
No vuelvo a nadar en los mares de trigo
Que se ensucia el pan de mirarme al ombligo.
Llegan las dudas, echa el pestillo,
Que saco un ramillete y después paso el cepillo
Con mi chaqueta de seis botones,
Que no me la cambiaron ni hijoputas ni ladrones,
Y de puntillas se irá la soledad
Después de cambiarme los pétalos del azahar
Por una chumbera que pincha los globos de mi primavera,
Y entre mis borrones he sido un borrico
Que quiso besar el aire y la acera y quedarse contigo
Y no puede ser,
No vuelvo a nadar en los mares de trigo
Que se ensucia el pan de mirarme al ombligo.
Y en mis dinteles, el mal fario se va haciendo fuerte
Y rebuznando se me olvida que vine a verte,
Que si en las baldas de tu armario no busco comida
Tal vez me acorrale la vida y me folle la suerte.
Y entre mis borrones he sido un borrico
Que quiso besar el aire y la acera y quedarse contigo
Y no puede ser,
No vuelvo a nadar en los mares de trigo
Que se ensucia el pan de mirarme al ombligo.