Cuando la vi creí que estaba en el paraíso,
me pellizqué y comprobé que no era un espejismo,
y pregunté a los vecinos del pueblo
si aquello era un ángel o era una mujer.
Y me dijeron que salía una vez al año,
que coincidía con las fiestas del aniversario,
que no había un hombre que no la deseara
y solo esperaban el volverla a ver.
La llaman Reina de la Diosas,
la más coqueta, la más hermosa,
es tan rabiosamente bella,
que les da miedo tan solo mirar.
Y yo que en ese pueblo sólo era un forastero,
me daba igual, me dije yo aqui me la juego,
me fui hacia ella decidido a hablarle,
pero al llegar se apagó la luz...
No pasó nada, la orquesta siguió tocando,
solo brillaban las estrellas y esos ojos claros,
que se alejaron de mi para siempre
y aunque la he buscado, no la he vuelto a ver...
La llaman Reina de la Diosas,
la más coqueta, la más hermosa,
es tan rabiosamente bella,
que les da miedo tan solo mirar.