Cuando la vi creí que estaba en el paraíso, me pellizqué y comprobé que no era un espejismo, y pregunté a los vecinos del pueblo si aquello era un ángel o era una mujer. Y me dijeron que salía una vez al año, que coincidía con las fiestas del aniversario, que no había un hombre que no la deseara y solo esperaban el volverla a ver. La llaman Reina de la Diosas, la más coqueta, la más hermosa, es tan rabiosamente bella, que les da miedo tan solo mirar.
Y yo que en ese pueblo sólo era un forastero, me daba igual, me dije yo aqui me la juego, me fui hacia ella decidido a hablarle, pero al llegar se apagó la luz... No pasó nada, la orquesta siguió tocando, solo brillaban las estrellas y esos ojos claros, que se alejaron de mi para siempre y aunque la he buscado, no la he vuelto a ver... La llaman Reina de la Diosas, la más coqueta, la más hermosa, es tan rabiosamente bella, que les da miedo tan solo mirar.