De los altos Pirineos
m'em bajé al la tierra plana
por cortejarle a una dona
que Marichuana se llama.
las mangas de lo gambeto
me llenaron de manzanas.
"Si te quiés casar con yo,
piénsatelo Marichuana.
Las alhajas ques yo tengo
las diré eon pocas palabras:
tengo una sartén sin coda
que me la dio la tía Juana,
Tengo una olla desansata
que me la dio la tía Urbana,
y también tengo un espedo
que me lo fize de caña".
Preparemos lo bodorrio
con toda la parentella.
Y vino el señor rector
con un sombrero de palla;
Y luego me preguntó
si ueria a Marichuana
y también le contesté
palabras muy escusatas:
que siempre la voy siguiendo
como lo buco a la cabra.
Y para cenar pusieron
una poca carne asada,
y pusieron una coles
porque a todos nos gustaban.
Y estando a mitá de cena
sentimos ya la gaita
y nos marchemos ta'l baile
a bailar cuatro tonadas.
y estando a mitá del baile,
lo miembro que se estiraba.
Y nos marchemos ta casa,
nos echemos enta cama,
Hicimos un par de alforchias
de cuatro varas de llargas;
hicimos uno mocé
más hermeso que la plata.
Y lo mandemos ta'l mundo
a hacer el trica la traca.
Con esto y que darte adiós,
hermosisma Marichuana,
el romance ha termionado.