De los altos Pirineos m'em bajé al la tierra plana por cortejarle a una dona que Marichuana se llama. las mangas de lo gambeto me llenaron de manzanas. "Si te quiés casar con yo, piénsatelo Marichuana. Las alhajas ques yo tengo las diré eon pocas palabras: tengo una sartén sin coda que me la dio la tía Juana, Tengo una olla desansata que me la dio la tía Urbana, y también tengo un espedo que me lo fize de caña". Preparemos lo bodorrio con toda la parentella. Y vino el señor rector con un sombrero de palla; Y luego me preguntó si ueria a Marichuana y también le contesté palabras muy escusatas:
que siempre la voy siguiendo como lo buco a la cabra. Y para cenar pusieron una poca carne asada, y pusieron una coles porque a todos nos gustaban. Y estando a mitá de cena sentimos ya la gaita y nos marchemos ta'l baile a bailar cuatro tonadas. y estando a mitá del baile, lo miembro que se estiraba. Y nos marchemos ta casa, nos echemos enta cama, Hicimos un par de alforchias de cuatro varas de llargas; hicimos uno mocé más hermeso que la plata. Y lo mandemos ta'l mundo a hacer el trica la traca. Con esto y que darte adiós, hermosisma Marichuana, el romance ha termionado.