Al ritmo lento de las horas mueres de esperar,
aquí los malos son malos, los buenos también
si les regalas tus labios y tu piel.
Si decides quererme, bien podré quererte igual,
al no quererme, indiferente me verás pasar
muy cerca al borde del mar.
Puedes guardar tus teorías,
por lo que harás o lo que harías,
por lo que logres pensar.
Y al decir "ya no te quiero"
sólo das cuerda a tu reloj,
el tiempo pronto te agradecerá,
marcha una rueda en tu interior.
No hay emoción al escuchar
que entre tus faldas voy y vengo sin parar,
hay emoción al descubrir
lo falso o real de tu sentir,
por eso voy y así nos vemos tú y yo
aquí en el borde del mar...
aquí en el borde del mar...
aquí en el borde del mar...
solos tú y yo, aquí en el borde del mar.
Vienes y vas como una ola,
al despertar nunca estás sola,
siguiendo siempre ese compás
tan depresiva y sensual.
Y mil palabras sin control,
podrás oír mucho mejor,
después de siete o seis cervezas y miradas
ocultas en tu interior.
No hay emoción al escuchar
que entre tus faldas voy y vengo sin parar,
hay emoción al descubrir
lo falso o real de tu sentir,
por eso voy y así nos vemos tú y yo
aquí en el borde del mar...
aquí en el borde del mar...
aquí en el borde del mar...
solos tú y yo, aquí en el borde del mar...
aquí en el borde del mar...
aquí en el borde del mar...
aquí en el borde del mar...
solos tú y yo, aquí en el borde del mar.