En la primera guerra meridional sé que soñaste conmigo, estaba pensando en invitarte a cenar y me pegaron un tiro. La vuelta ciclista del 63 no la llegó a acabar nadie. John Fitzgerald Kennedy quería saludar y eligió un descapotable. Ya nadie cree en los cuentos de hadas, qué pena que no haya ortopedias bonitas para las chicas guapas. Es muy complicado dormir siempre a tu lado. Qué pena que no haya ortopedias bonitas. El record Guiness de escalar tu balcón no me duró una semana, un equilibrista utilizó el ascensor y no contó como trampa.
Un seductor pidió la jubilación porque se había enamorado, y yo me pegunto: ¿es pronto para decir qué haremos sin Marlon Brando? Ya nadie llama a los tranvías deseo. Qué pena que no haya violadores políticamente correctos. Es muy complicado dormir siempre a tu lado. Qué pena que no haya violadores correctos. Ya nadie llama a los tranvías deseo. Qué pena que no haya ortopedias bonitas para las chicas guapas. Es muy complicado dormir siempre a tu lado. Qué pena que no haya ortopedias bonitas.