Hay sobre las puertas agrietadas Cruces de pita seca. Y en aleros desconchados Cuelgan mazorcas regadas de alberca. Y yo me siento ante la mesa vieja Frente al paisaje A contemplar; A regentar tu tienda y fluir con la tarde. Hay sobre las puertas que han vivido Otras manos, otros roces, otras dichas, Y en sus despintadas vetas,
Dignidad de rincón tibio, de cueva, de taberna. Es tu figón, tu pequeña tienda. Aaahahhahhahahhhahahah. Y yo me siento ante la mesa vieja frente al paisaje A contemplar, a regentar la tienda y fluir con la tarde. Y yo me siento ante la mesa vieja frente al paisaje A contempla el valle, a regentar la tienda y pasar la tarde.