Son ciertos los días que amanecen brumosos,
Añil, turquesa y de oro al despertar.
Bajo un cielo donde bostezan
Las últimas estrellas.
Son ciertos los días que amanecen radiantes
De nubes mensajeras que te invitan a viajar,
Te invitan a soñar.
A veces los días te invitan a viajar
Guiado por la luz de la mañana.
Sentado ante tu puerta
Con un libro entre las manos
Que te impulsa , te lleva y te devuelve,
Que te impulsa , te lleva y te devuelve;
Que te aleja , conduce y libera.
A lo lejos el río es una cinta,
Preciosa cinta de mercería.
Agosto y este río que me acerca
A un año más por un camino
Rodeado de huertas.
A lo lejos el río, preciosa cinta,
Que custodia sus olmos de plata en hebras.
A lo lejos el río empieza su verano,
Donde nos bañamos entre cañares
Junto a las albercas del pequeño delta .
No vuelven los días que amanecen brumosos,
Añil , pintados de aurora boreal.
Se cuela el verano por las callejuelas
Guijarros y maleza , luminoso despertar,
Bajo un cielo donde se recorta
La cigüeña negra.
A lo lejos el río es una cinta,
Preciosa cinta de mercería.
Agosto y este río que me acerca
A un año más por un camino
Bordeado de huertas.
A lo lejos el río , preciosa cinta ,
Que custodian sus olmos de plata en hebras.
A lo lejos el río empieza su verano
Donde nos bañamos entre cañares
Junto a las albercas del pequeño delta.
En el aire el griterío de chiquillos
En la pequeña escuela.
Ya croan los idus junto a la ciénaga.
El baño desnudos contemplando
Ranas en su espejo del cielo.
El manso fluir del río
Dando de beber alegre
A los arrozales, paleta de luz
Del pintor impresionista que quise ser y seré.
Ciertos los días que con el verano
Acaban y luego renacen
En humo azulado y dormido pan*l.