Un ser decrépito dictará el final de las cosas.
Un fuerte estrépito hará temblar las baldosas.
Entonces sí que comprenderemos lo que es un pedo.
Con los escombros, haremos casas que destruiremos.
Y cuando un día nos despertemos todos sin brazos,
discutiremos a dentelladas y a cabezazos.
Un fin estúpido ha de guiar nuestros actos.
Y romperemos en bloque todos los pactos.
Y viviremos desfigurados por la metralla
y mataremos cuando perdamos al tres en raya.
Ha habido hostias y las habrá, por pura gimnasia,
desde los monos hasta la guerra de las galaxias.