No se pudo encontrar la polla de mi jefe
En un hospital, el resto de su cuerpo se retuerce
Las pocas visitas que tiene no lo compadecen
Se agachan a su lado y le susurran: "te lo mereces, matón.
O, ¿te has pensado que tus empleados
estaban encantados de ser sodomizados?
Trabajar para alguien embrutece...
¡pero no tanto!"