Pues como no tenia nada mejor que hacer
Y habia salido mi mujer
Fui a reparar el portoncito
Cogi un martillo cuatro clavos y expedito
Crucé el potrero de la comadre Isabel.
Eran las doce mediodia
Y el calor me derretia
Y el porton estaba lejos, el maldito,
Pero primero está el deber, lo dice el dicho,
Y a reparar el portoncito me aboqué.
Mas de repente por el trillo pasó Lola,
Iba a la poza con los trapos de lavar,
Me guiño un ojo y sugerente dijo: "Hola,
La palangana, ¿usted me la podria llevar?".
Y lo que sigue no lo cuento
Por pudor y por decencia
Y ademas porque es un peso en mi conciencia,
Lo que si es cierto es que ahora cada dia
El portoncito yo me voy a reparar.