Y sales corriendo, como alma que va al infierno. Te dejas abierta la puerta de mi tristeza. Vas diciendo que no hay nada pero quedan las miradas las caricias y los besos que te di ayer. Deja que pasen los minutos, y que el tiempo de sus frutos que no quiero llorar. Deja que caigan las estrellas, y bajo un millón de ellas, una hoguera
que se tiene que apagar. Dame más... Mil historias, mil razones, mil putadas, mil perdones, mil traiciones y una guerra que no tiene cuartel. Deja que pasen los minutos, y que el tiempo de sus frutos que no quiero llorar. Deja que caigan las estrellas y bajo un millón de ellas, una hoguera que se tiene que apagar. Dame más...