Érase una vez hace Hace mucho tiempo ya Un reino perdido en un lejano lugar La noche se rindió Al sueño de la eternidad Ritos, brujería, almas buscando la paz No duermas, no entres, no mires atrás No grites, no escuches, no reces no te servirá La noche da paso al ritual Despertando la maldición El bosque está hechizado por el mal Hay luna llena protégete Cada alma en pena Es un árbol condenado
A convertirse en ser humano Y buscar la luz Difuntos, no muertos, con una historia que contar Sus ojos son pozos de dolor Madrigueras de pena y tristeza Embalses de estancada soledad Y cada árbol es su ataúd Bienvenido a la ciudad De los árboles perdidos Donde nada es lo que ves Donde nada es realidad Has llegado a la ciudad Al país de los perdidos Donde cada anochecer Se oyen árboles llorar