No recuerdo recibir las caricias de mi madre
Ya dormir en castidad fue mi herencia y mi pasaje
A desahogar mi soledad
No sufro más
Al delatar
Tu último instante
Dominar, jugar al Dios
Con los sin voz era bien simple
Encontrar un animal
Para matar y disecar
Y al jugar con tu miedo,
Descubrir desde donde gritás
Y a tus manos fijar
En un gris pedestal
Y de bronce labrar tu pasado.
Asfixia...
Hoy por fin lo tengo todo,
Cada vez son más amigos
Los que adornan mi desván.
Con ellos soy igual...
Con ellos puedo hablar...
Me miran sin juzgar...