Se que no resulta fácil, pero es mejor así: debemos hacernos dignos tú de mí y yo de ti. Si superamos la prueba, ya no podremos dudar, y emprenderemos la huida juntos, a través del mar. Puede que a veces te asalten el miedo y la oscuridad- si te fías de mí. no te ahogará la soledad. Porque y seré tu norte, tu esperanza y tu sostén...
Y si yo no he de fallarte, ten coraje tú también. Quiéreme aunque te duela.... quiéreme aunque te duela.... A veces, a medianoche, en el silencio mortal que se aposenta en las sombras- como el polvo en el cristal: sin estrépito, despacio-: es entonces, mi amor. Quiéreme aunque te duela .... quiéreme aunque te duela ....