Yo no sé dónde estoy y no sé siquiera a dónde voy ni sé qué día es hoy. Qué más da, voy con la marea, su vaivén me lleva suave de acá para allá, qué bien, qué bien se va. Y adormilada ver nacer el día y su luz, sin que importe saber llegar a puerto, ni saber si voy al norte o al sur y pasar loas horas sin más el rumbo vital como en sueños con el murmullo del viento. Es igual, pues siempre
hay para todo un final. Qué más da, voy con la marea, voy a donde sea, quiero dejarlo todo al azar, sentir, vivir en paz. Y adormilada ver nacer el día y su luz, sin que importe el que me lleven las olas ni saber si voy al norte o al sur y pasar las horas sin más al rumbo vital del momento, al ritmo del sentimiento. Es igual pues simpre hay para todo un final.